Anda contento, está feliz, parece que se le dio. Homero Simpson recibe una canasta con alimentos y, también, una acogida agradable. Después de renegar durante años con el Señor Burns, por fin Homero consiguió disfrutar plenamente de su vida laboral: cambió de trabajo y ahora su jefe es el simpatiquísimo Hank Scorpio.
“Nunca me ha gustado verme arriba de otras personas. Soy igual a usted. Claro, tengo mejor horario, gano muchísimo más, tengo más vacaciones, pero no soy más que usted”, le dice Scorpio a Homero, en plena presentación ante la familia Simpson.
Sin embargo, minutos después, Hank se devela como un psicópata que amenaza a las Naciones Unidas con un dispositivo nuclear, está decidido a matar a Mr. Bont, un héroe que parodia a James Bond, y se enfrenta a un ejército portando un lanzallamas por un “problemita con el gobierno”.
Pero, curiosamente, Hank nunca dejó de mostrarse agradable con Homero. ¿Se puede ser cercano y, a la vez, supervillano?
Y en los caireles de Internet, ávidos en revolver el guiso de los supuestos, enseguida se tejió una teoría conspiranoica: ¿y si, en realidad, Hank Scorpio está inspirado en un personaje de la vida real?
Los Simpsons conocen la verdad
Es sabida la capacidad predictiva de la serie animada de Matt Groening: desde Donald Trump presidente, pasando por el ataque a las Torres Gemelas, la gira de los Rolling Stones de 2016 y tantos hechos más.
Por eso, la inspiración de Hank Scorpio (aparecido en el episodio “You Only Move Twice” de la octava temporada, en homenaje al film You Only Live Twice, de la franquicia James Bond) en el billonario Richard Branson, responsable del Virgin Group y dueño de una fortuna de más de USD 4.800 millones, podría ser sólo una máscara, un amague, un cebo, una insinuación a una idea mayor.
¿Será que, tal vez, Hank Scorpio es, en verdad, otro multimillonario?
Y ahí, obviamente, asoma el nombre de Elon Musk.
Elon Musk es el director general de Space X y de Tesla Motors, presidente de SolarCity y copresidente de Open AI. Poseedor de una fortuna que asciende a USD 223 mil millones, Musk disputa el puesto al hombre más rico del mundo junto a Jeff Bezos, el accionista mayoritario de Amazon.
Y cada vez que mueve una pieza, ya sea por su aval a un criptomeme que subió 65% en unas horas o por invertir en Bitcoin, se convierte en noticia. “Todo esto es como el capricho de un multimillonario”, asomó Marc Odo, gerente de cartera de clientes de Swan Global Investments, en declaraciones a Bloomberg. Ojo con esta lectura.
Una cosa y también la otra
El mundo lo conoció como un nerd vanguardista que la rompía en Silicon Valley y amasaba una enorme fortuna tras la venta de PayPal, su primer gran invento, en USD 1.500 millones a eBay.
Pero enseguida se develó como un excéntrico visionario que diseñaba tecnología para la NASA, fundaba empresas de perforaciones (The Boring Company, el mejor y más honesto nombre en la galaxia), prometía viajes a Marte debido a que la Tierra “está condenada”, enviaba un vehículo al espacio mientras sonaba en loop “Starman” de David Bowie y hasta creaba un lanzallamas que puso a la venta en USD 500.
Y, por caso, hoy se erige como la persona que sueña con cambiar el mundo a través de sus proyectos espaciales, automotrices y tecnológicos.
Promocionado como un Tony Stark de carne y hueso (un elegante multimillonario que es, además, uno de los Avengers de Marvel), de pronto el mundo empezó a cocinar una idea opuesta: ¿y si se da vuelta la media?
Elon Musk, ¿héroe o villano?
Si algo puede decirse de Elon Musk es que no es un vendehumo. Casi todas sus controvertidas invenciones fueron llevadas a la práctica. Intransigente, impulsivo, exigente e incuestionablemente brillante, sin dudas, es uno de los empresarios que más desarrollaron la capacidad del hombre en los últimos tiempos.
“El arquitecto del mañana”, tituló la revista Rolling Stone, en una entrevista que lo pinta entre la petulancia y la genialidad.
Pero, ¿y qué tal si el mismo tipo que un día se fumó un porro en lo de Joe Rogan y despertó la simpatía de todos de pronto se le zafara un tornillo y decidiera acabarlo todo? Que podría, podría.
De ahí, las comparaciones con Hank Scorpio, el villano de Los Simpsons, un tipo que puede ser un buen jefe y también el hombre que termine con la humanidad.
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De hecho, en el año 2019, un usuario de Twitter escribió al respecto y Elon Musk se hizo cargo: “OK, está bien, soy Hank Scorpio”, aclaró.
Así las cosas, aunque su respuesta estaba cargada de ironía y cinismo, engordó las sospechas levantadas en redes sociales: al final de esta historia, Elon Musk… ¿será un héroe o un villano?
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