La escalada de tensión entre Kim Kardashian y Kanye West no ha dejado de intensificarse en los últimos días, sobre todo desde que el rapero criticara abiertamente a su todavía esposa por haber permitido a su hija North que protagonizara un revelador vídeo en TikTok y, de forma aún más surrealista, al acusarla de haber vertido rumores maliciosos que apuntaban a la posibilidad de que el cantante quisiera acabar con su vida.
Este lunes, y poco después de compartir entrañables vídeos que le retrataban jugando con sus hijos, el astro del hip hop ha optado por borrar de su cuenta de Instagram todos aquellos contenidos familiares en los que aparecían tanto Kim como sus retoños. De esta manera, su perfil en la plataforma simplemente exhibe ahora fotografías y vídeos ligados a sus creaciones artísticas.
A diferencia de la actitud que desplegó en los inicios de esta batalla mediática, Kim ha pasado de ignorar al padre de sus cuatro hijos y mantenerse fiel a un guion que subrayaba la relación tan cordial y productiva que supuestamente mantenían como familia, a responder con rotundidad a cada acusación o reproche que le lanza públicamente su exmarido, quien curiosamente estaría entorpeciendo el proceso de divorcio y ralentizándolo innecesariamente para evitar que Kim recuperara legalmente la soltería.
Kim se presentó en una de sus últimas publicaciones de Instagram como la progenitora principal de los menores, fundamentalmente como la persona que se encarga de su manutención y cuidado en el día a día. Esta afirmación no gustó nada a Kanye, hasta el punto de que el intérprete le dirigió varios dardos envenenados a fin de dañar su reputación. Por ejemplo, Kanye acusó a Kim de haber "raptado" a sus hijos al negarle acceso a su antigua casa compartida en un día en que, todo sea dicho, el rapero se presentó para ver a los pequeños sin previo aviso.
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