Kim Kardashian está harta de pelear con su ex pareja, el jugador de baloncesto Kris Humphries; tanto que se ha referido a él como un "cáncer" que debe desaparecer de su vida. La artista, que se separó de él en 2011 tras 72 días de matrimonio, quiere que su divorcio se resuelva lo más rápido posible para que el lastre de tan desastrosa relación no la persiga más.
Como parte del proceso de divorcio, ayer miércoles tuvo lugar una audiencia judicial entre ambos, en la que la modelo dedicó palabras desagradables al deportista: "Kris es la primera persona con la que he tenido que terminar una relación. Jugó con mis emociones", afirmó.
"Le dijo a nuestros productores que me destruiría a mí y a mi carrera si el show no se editaba correctamente. Es un cáncer", añadió la artista según publica TMZ.com, refiriéndose al su exitoso reality show.
Para posteriores sesiones, Kris ha pedido la comparecencia del actual novio de Kim, Kanye West, de la madre de la artista, Kris Jenner, y de los productores de los programas para probar que su matrimonio se fraguó como una farsa publicitaria, con el único objetivo de que Kim progresara en su carrera. Hasta la fecha, el deportista continúa tratando de conseguir la nulidad de su matrimonio.
Sin embargo, Kim confía en que hay evidencias tanto en las emisiones como en las escenas eliminadas del reality de que Kris era "manipulador, vengativo, mezquino" y de que estaba "hambriento de fama". La estrella sostiene que todo eso "le estallará en la cara" a su ex marido.
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