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Mientras que Egipto se prepara para la primera presentación de la diva pop estadounidense Beyonce Knowles en el norte de Africa, conservadores islámicos están calificando su espectáculo como una "insolente fiesta sexual" que amenaza la "paz social y estabilidad" de la nación musulmana.
En carteles gigantes colocados en toda la capital egipcia anunciando el concierto de la noche del viernes, Beyonce aparece con un atuendo revelador cubierto de flamas agarrando unos manubrios de motocicleta que se extienden desde sus caderas, una imagen sumamente contrastante con las calles de El Cairo, donde la mayoría de las mujeres visten las tradicionales pañoletas musulmanas.
Los anuncios que promocionan el espectáculo, parte de la gira mundial de Beyonce "I Am ...", se han transmitido en estaciones egipcias y árabes de televisión satelital. La gira, que también llevó a Beyonce a los Emiratos Arabes Unidos la semana pasada, había recaudado hasta octubre 53,5 millones de dólares, según la revista Billboard
Pero en Egipto, legisladores islámicos y sus partidarios han organizado campañas en sitios de redes sociales en internet acusando al gobierno de alentar la depravación, y exigieron la cancelación del concierto.
"¿Por qué están alentando esta insolente fiesta sexual?", escribió en una carta al gobierno el legislador Hamdi Hassan, del grupo opositor Hermandad Musulmana. "Están acusados de perturbar la paz social y estabilidad, de alentar vicio y depravación".
Otro legislador islámico, Alí Laban, pidió la prohibición del "concierto nudista". Una campaña en el sitio Facebook en internet contra el concierto de Beyonce recogió cerca de 10,000 partidarios.
Pero la guerra de palabras no ha descarrilado el deslumbrante concierto a realizarse cientos de kilómetros al sur de El Cairo, en el Puerto Ghalib, lujoso centro turístico del Mar Rojo. Los organizadores dijeron que se desplegará "ultra" seguridad para proteger a miles de asistentes al concierto.
Beyonce canceló el mes pasado una presentación en Malasia debido a la oposición de un partido islámico.
En carteles gigantes colocados en toda la capital egipcia anunciando el concierto de la noche del viernes, Beyonce aparece con un atuendo revelador cubierto de flamas agarrando unos manubrios de motocicleta que se extienden desde sus caderas, una imagen sumamente contrastante con las calles de El Cairo, donde la mayoría de las mujeres visten las tradicionales pañoletas musulmanas.
Los anuncios que promocionan el espectáculo, parte de la gira mundial de Beyonce "I Am ...", se han transmitido en estaciones egipcias y árabes de televisión satelital. La gira, que también llevó a Beyonce a los Emiratos Arabes Unidos la semana pasada, había recaudado hasta octubre 53,5 millones de dólares, según la revista Billboard
Pero en Egipto, legisladores islámicos y sus partidarios han organizado campañas en sitios de redes sociales en internet acusando al gobierno de alentar la depravación, y exigieron la cancelación del concierto.
"¿Por qué están alentando esta insolente fiesta sexual?", escribió en una carta al gobierno el legislador Hamdi Hassan, del grupo opositor Hermandad Musulmana. "Están acusados de perturbar la paz social y estabilidad, de alentar vicio y depravación".
Otro legislador islámico, Alí Laban, pidió la prohibición del "concierto nudista". Una campaña en el sitio Facebook en internet contra el concierto de Beyonce recogió cerca de 10,000 partidarios.
Pero la guerra de palabras no ha descarrilado el deslumbrante concierto a realizarse cientos de kilómetros al sur de El Cairo, en el Puerto Ghalib, lujoso centro turístico del Mar Rojo. Los organizadores dijeron que se desplegará "ultra" seguridad para proteger a miles de asistentes al concierto.
Beyonce canceló el mes pasado una presentación en Malasia debido a la oposición de un partido islámico.
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