SD.- Lo sucedido al productor de televisión, Micky Bretón entra un contexto de análisis, que por muchos días "navegará" dentro del ambiente farandulero dominicano.
Algunos afirman "que su muerte, fue un guión" por la forma atroz que aconteció. La maraña la Policía Nacional, la aclaró e investigó a tiempo. Un verdadero logro, ante el mal manejo del publicitado secuestro de Nagua. Bretón, fue muerto por un reguetonero de San Cristóbal, que le infirió 12 estocada y golpes contusos. El motivo del por qué circula en los medios, es de uso público.
Por unos 5 mil pesos, y un intercambio del, supuesto juego, que harían en esa habitación. El matador no aceptó y se armó, es lo que ha dicho, un forcejeo, que terminó con la muerte del productor televisual. Pero, es evidente la vena criminal del reguetonero que para comprobar que estaba muerto, "le infirió 12 puñaladas". Lo que pasó dentro de esa habitación "lo sabe el matador y la víctima, que no hablará". Pero, la muerte de Bretón fue un verdadero relato, como lo que presentaba cada domingo en Telemicro. Su vida estuvo "marcada". Bretón murió en uno de sus mejores momentos, como profesional de la televisión. El hecho, sirve de reflexión para muchos. Pero su muerte, de verdad, se lamenta. Ojalá que profesionales de la conducta humana, analicen este caso publicamente, para que el país saque sus propias conclusiones, fuera de conjeturas y opiniones contaminadas.
Algunos afirman "que su muerte, fue un guión" por la forma atroz que aconteció. La maraña la Policía Nacional, la aclaró e investigó a tiempo. Un verdadero logro, ante el mal manejo del publicitado secuestro de Nagua. Bretón, fue muerto por un reguetonero de San Cristóbal, que le infirió 12 estocada y golpes contusos. El motivo del por qué circula en los medios, es de uso público.
Por unos 5 mil pesos, y un intercambio del, supuesto juego, que harían en esa habitación. El matador no aceptó y se armó, es lo que ha dicho, un forcejeo, que terminó con la muerte del productor televisual. Pero, es evidente la vena criminal del reguetonero que para comprobar que estaba muerto, "le infirió 12 puñaladas". Lo que pasó dentro de esa habitación "lo sabe el matador y la víctima, que no hablará". Pero, la muerte de Bretón fue un verdadero relato, como lo que presentaba cada domingo en Telemicro. Su vida estuvo "marcada". Bretón murió en uno de sus mejores momentos, como profesional de la televisión. El hecho, sirve de reflexión para muchos. Pero su muerte, de verdad, se lamenta. Ojalá que profesionales de la conducta humana, analicen este caso publicamente, para que el país saque sus propias conclusiones, fuera de conjeturas y opiniones contaminadas.
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